viernes, 10 de abril de 2015

PERUGIA: LOS SUBTERRÁNEOS DE LA CATEDRAL DE SAN LORENZO

Dimensiones como dos campos de fútbol juntos; esa era la superficie que ocupaba la Acrópolis en época etrusca. Tal fue el ensañamiento de los romanos cuando conquistaron la ciudad que mandaron derruir todos los templos y parte de la gigantesca plataforma donde se asentaban. Luego construyeron una calzada romana, una fuente, otros templos, que posteriormente se utilizaron como cimientos para construir la iglesia cristiana y la Capilla que albergó el cuerpo de San Erculano, uno de los patrones de la ciudad. Pero sabemos que la parte etrusca tenía una altura mayor respecto a la pavimentación actual. 
Ya a lo lejos y bien protegida por una muralla de cinco kilómetros de diámetro se divisaba el símbolo de la orgullosa Perusia. Se imponía un asedio, pensaron los romanos, un asedio que costó vidas, energías y tiempo. Cuando entraron en la ciudad aniquilaron a su clase política y religiosa y destruyeron su fisionomía. ¿Qué Ottaviano se arrepintiera de tanta iniquidad y se hiciera perdonar dándole a la ciudad el título de "Augusta Perusia"?

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